Desesperados por mantener vivas sus esperanzas de avanzar a los playoffs, los Mets enviaron a la lomita al as venezolano, con menos descanso del habitual, y Santana cumplió, al lanzar pelota de tres hits, para que Nueva York venciera el sábado por 2-0 a los Marlins de Florida.
En un sábado lluvioso, con la multitud de pie y coreando su nombre, Santana (16-7) garantizó que los Mets jueguen al menos un partido relevante más en el Shea Stadium. Fue apenas el tercer triunfo de Nueva York en ocho juegos y permitió al equipo olvidarse, al menos por un día, de la posibilidad de otro derrumbe estrepitoso e inexplicable.
Los Mets comenzaron el día un juego detrás de Milwaukee en la puja por el boleto de comodín en la Liga Nacional, y dos partidos debajo de Filadelfia en la División Este. Tanto los Cerveceros como los Filis jugaban más tarde.
Antes del encuentro, se le preguntó al manager de los Mets, Jerry Manuel, si tenía previsto ver por la televisión los encuentros de Milwaukee y Filadelfia.
"Si ganamos...", dijo antes de corregir. "...cuando ganemos, simplemente me cambiaré de ropa y me iré a casa".
Santana había lanzado con tres días de descanso sólo una vez anterior. Fue en los playoffs de la Liga Americana, en el 2004. En su salida anterior había hecho 125 lanzamientos, la mayor cantidad en su carrera, y esta vez hizo 117, para que los relevistas de los Mets, nada fiables, se mantuvieran en la caseta.
Santana había pedido que Manuel lo enviara al montículo, y todos en el Shea sabían que la decisión era riesgosa. Tras el desmoronamiento del año pasado, una derrota más en casa habría condenado a los Mets a un destino similar.
El nuevo orden al bate decidido por Manuel produjo una carrera en el primer inning, y esa fue toda la ventaja que Santana necesitó, durante su sexta blanqueada de por vida. El líder de efectividad en la Nacional mejoró a 9-0 en sus 17 aperturas desde finales de junio, con nueve ponches y tres pasaportes.
Ahora, quien tendrá la oportunidad de lanzar con tres días de descanso será el mexicano Oliver Pérez. La última vez que lo hizo, el zurdo de los Mets ofreció una auténtica joya de pitcheo, con seis entradas brillantes en la Serie de Campeonato del 2006, frente a San Luis.
Ricki Nolasco (15-8) estuvo casi tan bien como Santana, al ponchar a 10 enemigos en siete entradas, pero cargó con la derrota.
Por los Marlins, el dominicano Hanley Ramírez de 3-0. El mexicano Jorge Cantú de 4-1.
Por los Mets, el dominicano José Reyes de 4-1 con una anotada. Los puertorriqueños Carlos Beltrán de 4-2, Carlos Delgado de 3-0 con una impulsada. El venezolano Santana de 3-0. El puertorriqueño Ramón Castro de 2-0.
En un sábado lluvioso, con la multitud de pie y coreando su nombre, Santana (16-7) garantizó que los Mets jueguen al menos un partido relevante más en el Shea Stadium. Fue apenas el tercer triunfo de Nueva York en ocho juegos y permitió al equipo olvidarse, al menos por un día, de la posibilidad de otro derrumbe estrepitoso e inexplicable.
Los Mets comenzaron el día un juego detrás de Milwaukee en la puja por el boleto de comodín en la Liga Nacional, y dos partidos debajo de Filadelfia en la División Este. Tanto los Cerveceros como los Filis jugaban más tarde.
Antes del encuentro, se le preguntó al manager de los Mets, Jerry Manuel, si tenía previsto ver por la televisión los encuentros de Milwaukee y Filadelfia.
"Si ganamos...", dijo antes de corregir. "...cuando ganemos, simplemente me cambiaré de ropa y me iré a casa".
Santana había lanzado con tres días de descanso sólo una vez anterior. Fue en los playoffs de la Liga Americana, en el 2004. En su salida anterior había hecho 125 lanzamientos, la mayor cantidad en su carrera, y esta vez hizo 117, para que los relevistas de los Mets, nada fiables, se mantuvieran en la caseta.
Santana había pedido que Manuel lo enviara al montículo, y todos en el Shea sabían que la decisión era riesgosa. Tras el desmoronamiento del año pasado, una derrota más en casa habría condenado a los Mets a un destino similar.
El nuevo orden al bate decidido por Manuel produjo una carrera en el primer inning, y esa fue toda la ventaja que Santana necesitó, durante su sexta blanqueada de por vida. El líder de efectividad en la Nacional mejoró a 9-0 en sus 17 aperturas desde finales de junio, con nueve ponches y tres pasaportes.
Ahora, quien tendrá la oportunidad de lanzar con tres días de descanso será el mexicano Oliver Pérez. La última vez que lo hizo, el zurdo de los Mets ofreció una auténtica joya de pitcheo, con seis entradas brillantes en la Serie de Campeonato del 2006, frente a San Luis.
Ricki Nolasco (15-8) estuvo casi tan bien como Santana, al ponchar a 10 enemigos en siete entradas, pero cargó con la derrota.
Por los Marlins, el dominicano Hanley Ramírez de 3-0. El mexicano Jorge Cantú de 4-1.
Por los Mets, el dominicano José Reyes de 4-1 con una anotada. Los puertorriqueños Carlos Beltrán de 4-2, Carlos Delgado de 3-0 con una impulsada. El venezolano Santana de 3-0. El puertorriqueño Ramón Castro de 2-0.
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